En 2019, durante la realización de un fotoreportaje del Pulitzer Center sobre la deforestación en su territorio, el corregidor de la comunidad chiman de Maraca’tunsi propuso al director Manuel Seoane hacer un proyecto documental sobre la vida ximan y el bosque. Acostumbrado a trabajar mayoritariamente en fotografía, les propuso hacer un libro con fotos y textos. Sin embargo, la comunidad sugirió hacer una película, «como esas que salen en la televisión». Un año después, Seoane regresó a la comunidad, llevando, además de su equipo fotográfico, seis cámaras de bolsillo para que la comunidad y especialmente los jóvenes pudieran filmar y participar creativamente en la realización de su película. El documental Chatdÿe Tsimane (Pariente Chimán), filmado y editado colectivamente, es el resultado de esta experiencia.